Pragmatismo de montaña rusa

Hacía tiempo que no ponía caracteres a la vida de Sunset Boulevard. Pero 24 horas ya no alcanzan, algunos han llegado a decir que dormir empieza a no pàrecer una necesidad vital. y entre este cúmulo de actividades, los últimos días se han vuelto una coctelera de sensaciones y emoicones que luchan por imponerse en mis entrañas, alcanzando cada una un punto más profundo e íntimo que el anterior. En un periodo tan reducido como son 7 días un servidor a pasado al menos cuatro veces de la risa al llanto... Norma está desolada, a veces duda de mi capacidad de aprendizaje y raciocinio; pero todavia me apoya, ahora con más fuerzas que antes, aunque con algunas cortapisas... esta semana ha sido una montaña rusa emocional y puedo asegurar que aunque me gusten los decensos rápidos, en muchas ocasiones la ansiedad de las subidas no me mererce la pena... apenas puedo soportarla... Norma cree haber comprendido todo lo que me ocurre: los proyectos en plena realizaciñon me mantienen el cerebro ocupado en otros temas, y las emociones se apoderan de mi cuerpo y hacen que pierda mi capacidad de análisis. es por todos estos proyectos, en los que Norma también se encuentra completamente embarcada, por los que a veces tarda más de lo que ella y yo querríamos en venir a salvarme como un caballero andante con su armadura de sensatez y su halo de glamour... el otro día me descubrio uno de sus más íntimos secretos: la música ( entre nosotros, no creo que hubiera tardado mucho en descubrirla), pero no como catalizador, sino como voz de expresión de sentimientos. Y he descubierto que alguien cercano puede describir tan bien las cosas como alguien lejano. y cada uno tiene una descripción anfetamínica mpara mis bajadas y un efecto ansiolítico para las lentas subidas ... Siento que en este momento Norma está más cerca de mi que nunca, porque tomo conciencia de su ausencia, y también de su presencia... Pero es que además Sunset Boulevard comienza a acumular polvo, los invitados se retrasan y parece que el suflé comienza a enfriarse... Creo que en poco tiempo lo tendré que volver a guardar en el horno...

Norma & James

Abrázame, me basta tu mirada para comprender que tú te irás
Iván Ferreiro

Felicidad entre un mar de zapatos

Norma y yo nos encontramos al borde del colapso nervioso. Entre los proyectos de cierre de Sunset Boulevard a causa de la temporada estival y los preparativos para nuestra inminente migración a la casa de la playa apenas si tenemos tiempo para pensar... lo más dificil, como no podía ser menos, la elección de los zapatos (aunque Norma tiene claro ya un modelo de Jimmy Choo estupendo). Pero entre tanta decisión y ajetreo que nos inunda, tanto a nosotros como a muchs de los habituales de nuestra morada, hoy nos ha despertado una noticia genial ¡La Maura no había muerto, y ha dicho a Penélope que no le guarda rencor! Claro que esos años perdidos serán difíciles de recuperar pero... La noticia ha hecho que Norma llore. No fueron más que dos lagrimitas, pero ver a la diva con dos diamantes en los pómulos me llena de felicidad, la racionalidad no tiene por qué estar reñida con la emotividad, y menos en estos casos... En momentos como estos uno deja de ver desiertos y oasis, la vida de color de rosa no deja vagar sin rumbo por entre la arena.
y todo esto Norma lo resume: Todo se puede arreglar si se lucha por arreglarlo, tardará más o menos, pero se arreglará.

Norma & James

Ojalá que se acabé la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Silvio Rodriguez

Error de casting

De repente la duda me asalta, pero la pregunta no es la que cabría esperar, la cuestión no es saber si soy o no un error de casting. La cuestión es ¿en que falla este casting? Una melodía melancólica me acompaña, catalizadora.

No sé si soy error de casting por perderme entre los boulevares, por no saber si debería ir hacia arriba o hacia abajo, por la derecha o hacia la izquierda. De momento me encuentro en medio y dos filas de chopos en flor me impiden ver lo que hay más allá. Sé lo que hay de un lado y me gusta, pero no me llena... ¿y del otro? Estoy parado y no se si realmente quiero moverme. Pero más allá de eso puede que el error de casting no sea sólo yo , sino que, con premeditación y alevosía, el fallo estribe en mi personalidad; en quedarme con las frases absurdas e intentar hacerlas mías, en emocionarme con una película que nada tiene que ver conmigo; que solo pretende entretener al sueño para que llegue más tarde. El caso es que el error de casting se hace más insoportable. El sentimiento que me llena me nubla la mente y no lo consigo entender... alguien dijo que por el bien del ser humano, la auricula derecha del ocrazón debería estar dentro de nuestro cráneo...
Si me encuentro con la aridez hecha persona me siento mal, quiero encontrar un oasis y si lo encuentro me doy cuenta de que solo es un espejismo porque nunca llegaré a alcanzar ese oasis que deseo y en el que pienso incluso cuando no tengo ninguna sed. Esto sin duda es un error de casting... y si algo he aprendido de mi estancia al lado de Norma es que todos sufrimos el error de casting, los primeros los actores del guión que les ha tocado interpretar, pero esos poco importan. Más importantes son los espectadores, los regidores, los iluminadores, los atrezzistas... que sin tener nada que ver, tienen que lidiar con los desencantos de unos y de otros y notan el fallo, y nada funciona completamente bien. Las frases - siendo lo más literal- suenan falsas y aún cuando no lo son, servidor, que en este momento se siente protagonista, busca más significados, donde está claro que no los hay... Busca en el resto del equipo lo que quiere escuchar y está claro que no puede encontrarlo porque no existe aquello que necesita para poder dar sustento a una fantasia... Hace tiempo que un filósofo dijo que iba a ayudarme... Norma empieza a pensar que soy un caso perdido, o a lo mejor lo que ocurre es que y es hora de que deje de lado la experiencia y el racionalismo.

Norma & James

Un pájaro de papel en el pecho dice que el tiempo de besarte no ha llegado. Vicente Aleixandre

Este ha sido un fin de semana distinto en Sunset Boulevard. Comenzó con gran número de invitados que llenaron la, normalmente un tanto deprimente, mansión de alegría. Poco a poco todos se fueron llendo a sus residencias de fin de semana... Interminables anécdotas inundaron esos días, todos ellos marcados por tres máximas: macarrones, sueño interrumpido y el Trench...
Cuando de nuevo Sunset cayó en soledad, esta se presento hipócrita. Por un lado se presentaba amistosa, como una oportunidad de descanso, y sin embargo pronto nos atosigó y empezó a ahogarnos... y trajo tras de ella a un sentimiento que ya está peremne en mi cabeza...
La idea de que todo se acaba sabiendo golpeó mi sien fuertemente pero no causó sólo dolor, también desconcierto ¿Que ocurre si todo cambia de repente? ¿Si grito lo que deseo a lo largo y ancho de los pasillos del luso el minimalismo se volverá barroco? solo falta definir que estilo es el que prefiero...
Hay cosas que no sirve para nada plantearse y que sin embargo son las más recurrentes, me quedá en la boca un sabor amargo de impotencia. Sé que los recuerdos y unos macarrones que ya se vuelven trench pueden ayudarme a superarlo.

Norma & James

You can feel my lips undressing your eyes. The Strokes